El Mantis es un verdadero microscopio estereoscópico, sin oculares. Dos trayectorias ópticas paralelas pasan a través de la óptica patentada de Mantis y salen por la única lente de visualización como trayectorias ópticas separadas (estéreo), igual que lo harían con un microscopio estereoscópico convencional. No hay magia, no hay manipulación electrónica, simplemente una imagen de microscopio de alto contraste y alta resolución, sin la molestia de los oculares del microscopio.